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La Plataforma Mercosur Social y Solidario –PMSS–, integrada por organizaciones de la sociedad civil de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, firmantes de este documento, con el apoyo de movimientos sociales y sindicales, entidades, organizaciones sociales y asociaciones populares, organizaciones de pueblos originarios y tradicionales y organismos internacionales, que también suscriben este manifiesto, hace pública su defensa incondicional de la democracia y llama a hacer frente a la actual ola de ataques de la derecha y de la extrema derecha, que amenaza derechos conquistados, intenta impedir o hacer retroceder los avances sociales y que pone en riesgo la propia democracia.

La crisis económica global, impulsada por el modelo neoliberal, nos golpea, intensifica los conflictos, genera desempleo y profundiza la pobreza, rompiendo lazos de solidaridad y produciendo sufrimiento, especialmente entre las poblaciones más vulnerables. Esta situación exige más y mejores políticas sociales y servicios públicos, no su reducción o extinción, lo que exige defender las políticas públicas logradas y avanzar en la lucha por una sociedad cada vez más democrática, más igualitaria y solidaria, libre de cualquier forma de exclusión, opresión o discriminación.

Para que haya una democracia inclusiva, justa y participativa, superando todas las formas de intolerancia, con equidad de género, racial, étnica y generacional, hacemos un llamamiento a redoblar la lucha desde el campo popular por la justicia y a promover acciones que construyan una sociedad del buen vivir.

Con el fin de potenciar nuestra acción conjunta, invitamos a todas las organizaciones a sumarse a esta acción y presentamos una agenda común, que defenderemos en los espacios locales, nacionales y regionales de decisión donde actuamos.

Manifiesto para la incidencia política en los espacios de decisiónLas organizaciones de la PMSS conjuntamente con las organizaciones y movimientos sociales, las asociaciones populares, organizaciones de pueblos originarios y tradicionales y organizaciones internacionales nos comprometemos a:

  • Seguir fortaleciendo a los movimientos sociales, sus demandas, luchas y logros en los países y en la región y, a través de la articulación, establecer sinergias que permitan ampliar el acceso a derechos.
  • Trabajar desde nuestros territorios, construyendo otras formas de vincularnos y de liderazgos, mirar las experiencias de los feminismos y los liderazgos colectivos. Fortaleciendo los espacios de redes en los que estamos participando.
  • Generar procesos de formación integrales desde la educación popular, convencidas de que una de las vías para lograr la participación e incidencia de las organizaciones y colectivos sociales y el fortalecimiento de la democracia y la cultura cívica es desde la base social.
  • Defender las políticas públicas conquistadas en cada país, con la gestión participativa de los recursos en los presupuestos públicos para la implementación de las mismas, y ampliar la aprobación e implementación de marcos legales que protejan la vida, a las personas y organizaciones defensoras de derechos humanos y a los bienes comunes.
  • Difundir luchas, demandas y logros desde la comunicación, creando narrativas comunes, intergeneracionales, valorizando las conquistas sociales, el traspaso de la memoria colectiva y la democratización de las voces que participan de las diversas esferas públicas, promoviendo diálogos locales, nacionales y regionales.

27 de abril de 2024

Nuestras propuestas

 

En lo local

      • Promover nuevas estrategias de cuidados colectivos entre las organizaciones en un contexto de discursos de odio y criminalización de la protesta.
      • Fortalecer las identidades de las organizaciones potenciando intercambios que permitan difundir lo que hacen en los territorios, recuperando el trabajo en las bases y trabajando desde los intereses y necesidades de las poblaciones más vulnerables.
      • Construir espacios de encuentro en el territorio y potenciar el trabajo en redes.
      • Reconocer las políticas locales que puedan apoyar los procesos de las organizaciones y promover estrategias de sostenimiento de sus acciones.
      • Participar activamente en los espacios de formulación y control de políticas públicas y de defensa de los derechos humanos y de los bienes comunes.
      • Fortalecer procesos de formación de base a partir de los espacios organizativos populares, acercando la relación de los movimientos del campo y de las ciudades, involucrando a las juventudes.
      • Incidir en los procesos electorales, buscando el compromiso de las candidaturas (especialmente de mujeres) con las demandas de los sectores más vulnerables, promoviendo la educación cívica comprendida como una forma de participación ciudadana y de pensar cómo la sociedad participa efectivamente de la construcción de sociedad y del Estado.
      • Seguir reflexionando y profundizando al interior de cada organización sobre el significado de la democracia y las implicancias de esta en la vida de las mujeres y poblaciones vulnerables.
      • Ampliar la democratización de los territorios, promoviendo la gestión comunitaria de los bienes comunes y la soberanía alimentaria como estrategia política para enfrentar la agroindustria, la desprivatización del agua y todo lo que implique en la práctica cotidiana la gestión y reproducción de la vida.
      • Avanzar en los derechos de la naturaleza y confrontar con movilización territorial y jurídica el actual avance del extractivismo en los territorios, que generan despojo para las comunidades y expropiación de bienes comunes.
      • Propiciar encuentros en los que se analicen la situación comunitaria y plantear acciones que conduzcan a la mejora de la producción y comercialización campesina de manera planificada, con énfasis en la producción de alimentos y la articulación con consumidores locales.
      • Construir nuevas narrativas vinculadas a lo que se está discutiendo a nivel del territorio, visibilizando y promoviendo los aportes de las comunidades en la construcción de ciudadanía y democracia, sin imponer miradas y perspectivas institucionales, amplificando las voces de los sectores periféricos de la sociedad.

En lo nacional

      • Consolidar equipos de comunicación conformados por juventudes, especializados en el manejo de redes sociales y nuevas plataformas, segmentando los/as destinatarios/as, para difundir nuestras propuestas, buscando ampliar nuestras voces a otros actores sociales, generando alianzas con medios locales y alternativos de comunicación.
      • Promover procesos de formación ciudadana, desde una mirada que ponga en diálogo lo intergeneracional y permita reflexionar sobre los procesos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales.
      • Orientar al gobierno desde los espacios representativos de toma de decisiones y de movilizaciones nacionales para que se puedan lograr avances reales en la atención de las necesidades emergenciales de la clase trabajadora rural y urbana, con especial atención a las demandas de las mujeres y de las juventudes.
      • Insistir en fortalecer las políticas públicas con mecanismos efectivos de prevención, mitigación y gestión de conflictos de intereses, que garanticen verdaderamente el derecho humano a la alimentación.
      • Frente a la fuerte oposición de los sectores conservadores, es importante relevar la importancia de la aprobación de leyes de protección integral por una vida libre de violencia de género y las implicancias de esta en la vida de las mujeres.
      • Demandar a las autoridades la aplicación de leyes que promuevan y protejan a la Agricultura Familiar.
      • Revalorizar los movimientos sociales y contar con un mapeo de las organizaciones. La base de una nueva teoría del cambio social tiene que ver con el valor que le otorgamos a los movimientos sociales en la medida que elaboran, ponen propuestas en común y abren nuevos horizontes. Esos horizontes no vienen del estado ni de la academia, se construyen popularmente.
      • Plantear una amplia concertación entre las organizaciones campesinas, con algunas urbanas y sindicales para proponer políticas públicas de producción y distribución.
      • Construir y socializar nuevas narrativas para deconstruir aquellas que se fueron posicionando, tomando siempre como fuente la memoria histórica y la evidencia.

En lo regional

      • Buscar estrategias conjuntas para enfrentar las amenazas a nuestras democracias, manteniendo activa y ampliada la PMSS y estableciendo alianzas para incidir en la construcción de políticas públicas transfronterizas, fortaleciendo el Mercosur más allá de las relaciones comerciales.
      • Promover nuevas articulaciones regionales a fin de potenciar los intercambios de experiencias y diálogos en el cono sur, habilitando encuentros de reflexión y formación que complejicen las agendas, generen nuevas alianzas y colectivicen los recursos disponibles.
      • Recuperar lo acumulado y lograr mayor articulación entre las organizaciones sociales de la región e identificar redes regionales para vincularlas y tener presencia en la región de manera a luchar juntas por nuestros intereses.
      • Generar espacios que nos ayuden a comprender las dinámicas políticas regionales que afectan nuestras democracias y poder construir sentidos políticos que trascienden las fronteras nacionales.

Ésta es la democracia que queremos y por la que luchamos.

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