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En la Cumbre de Financiación para el Desarrollo en Addis Abeba, las agencias de ayuda afirmaron que el Reino Unido y otros países han obstaculizado las conversaciones encaminadas para permitir a los países más pobres influir en la política fiscal de la ONU. 

 

El lunes las agencias de ayuda acusaron a los países más ricos del mundo, incluyendo el Reino Unido, de bloquear los planes para permitir a los países pobres tener una mayor voz en las políticas fiscales de la ONU.

La actualización de la comisión tributaria de la ONU para un organismo intergubernamental fue ampliamente visto como una manera para que los países menos ricos que han luchado para construir sistemas impositivos efectivos puedan influir en las decisiones políticas en la ONU.

El Reino Unido se unió a los EE.UU. y otros países ricos en la conferencia de las Naciones Unidas para el desarrollo en Addis Abeba en la maniobra para limitar los debates sobre la política fiscal en la ONU, con el argumento que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estaba tomando la iniciativa en cuestiones fiscales.

Pero la propuesta presentada a la conferencia de la OCDE, conocido como un centro de estudios para los 34 países más ricos del mundo, fue criticado también por tratar a los países en desarrollo como una idea de último momento.

 El Programa de Desarrollo de la OCDE y de la ONU presentaron un proyecto autorizando a los inspectores fiscales sin fronteras para ayudar a los países más pobres a reforzar los ingresos nacionales mediante el fortalecimiento de la capacidad de las autoridades fiscales para limitar la evasión fiscal de las multinacionales.

La iniciativa, que consiste en proporcionar expertos de auditoría fiscal para trabajar junto a los oficiales locales que se ocupan de los asuntos de las multinacionales, ha tenido resultados alentadores a través de proyectos piloto en Albania, Ghana y Senegal. La evidencia de Colombia, por su parte, indicó una mejora en los ingresos fiscales de $ 3,3 millones (2,1 millones de libras) en el 2011 a $ 33,2 millones en 2014 , “gracias al asesoramiento y orientación en auditoría fiscal.»

Organizaciones benéficas creen que los países en desarrollo deberían construir sistemas fiscales sólidos para evitar préstamos muy pesados que los lleve al endeudamiento, como fuera señalado en un reciente informe de la Jubilee Debt Campaign. 

El Banco Mundial ha sido objeto de una fuerte crítica  en el pasado por alentar a los países pobres a reducir los impuestos corporativos para impulsar la inversión extranjera directa. Etiopía, Mongolia, El Salvador y Puerto Rico están entre los 38 países que se están endeudando peligrosamente  después de pedir prestado en los mercados internacionales de dinero para llenar el vacío dejado por los grandes déficits fiscales. 

Se esperaba que la conferencia de Addis Abeba pueda producir una serie de acuerdos de alto nivel para promover el desarrollo sostenible, autosuficiente. Pero las organizaciones benéficas temen que la ONU y el Banco Mundial promoverán iniciativas de financiación privada que participen ya sea en la privatización o en un mayor endeudamiento para financiar la inversión, mejorar la infraestructura y los servicios públicos. 

En su intervención en la conferencia, una portavoz de la organización ActionAid, señaló: «El gobierno del Reino Unido se ha posicionado como un líder mundial en muchos aspectos del desarrollo sostenible, la ayuda y en los esfuerzos mundiales para combatir la evasión fiscal y la evasión. Por tanto, es decepcionante que el Reino Unido parece ser uno de los pocos gobiernos que bloquean el progreso sobre la importante cuestión de un organismo de impuestos «.

El fracaso para hacer frente a esta cuestión en Addis, no hará que la necesidad urgente de una reforma fiscal internacional desaparezca. Simplemente va a intensificar los desafíos futuros para la comunidad internacional. Existe un creciente reconocimiento de que solo la OCDE no puede garantizar que normas globales funcionen para todos los países, especialmente los más pobres. El bloqueo de un acuerdo sobre una solución obvia en Addis simplemente retrasa lo inevitable, mientras que pone en riesgo a otros procesos críticos. 

Save the Children señaló que el mundo estaba » dirigiéndose sonámbulo hacia el fracaso» en la cumbre de las finanzas mundiales, y agregó que la ONU debería crear un organismo internacional para supervisar los asuntos fiscales globales.

Un portavoz dijo: «El Impuesto más que nunca ha sido el centro de atención como fuente de financiación para el desarrollo, pero las decisiones que afectan a los países más pobres y su capacidad para recuperar el dinero que se les adeuda son tomadas en un club de elite de las naciones más poderosas. Esta forma de hacer negocios del siglo 20, ya no es apropiado para la era de los objetivos del desarrollo sostenible».

Fuente: Diario The Guardian